Pintura - Deslindar

Pintura en domicilios, negocios, empresas.

Eliminar el polvo y la suciedad: Limpia la superficie con un trapo húmedo o con una esponja y agua jabonosa para eliminar cualquier suciedad, polvo o grasa.
Eliminar el moho o hongos: Si la superficie tiene moho, usa una solución de agua con lejía (1 parte de lejía por 3 partes de agua) para eliminarlo. Enjuaga bien y deja secar.
Desengrasar: Si vas a pintar una superficie en la cocina, utiliza un desengrasante para eliminar residuos de aceite y grasa.

Rellenar grietas y agujeros: Usa masilla o pasta de relleno para cubrir cualquier grieta, agujero o imperfección en la superficie. Deja secar y luego lija para alisar.
Lijado: Lija suavemente la superficie para eliminar irregularidades, pintura descascarada o brillo en caso de estar repintando. Esto mejora la adherencia de la nueva pintura.
Eliminación de pintura vieja: Si la pintura existente está en mal estado, raspa las áreas descascaradas y lija para obtener una superficie lisa.

Imprimación: Aplica una capa de imprimación adecuada para el tipo de superficie que vas a pintar (madera, metal, yeso, etc.). Esto ayuda a que la pintura se adhiera mejor y cubra de manera uniforme.
Elegir la imprimación adecuada: Para superficies porosas, como el yeso o la madera, usa una imprimación a base de agua. Para metales, utiliza una imprimación antioxidante.

Cubrir con cinta adhesiva: Protege bordes, marcos, interruptores y otras áreas que no deseas pintar con cinta de pintor.
Cubrir muebles y suelos: Usa lonas, papel periódico o plásticos para cubrir muebles y suelos para evitar manchas de pintura.

Verificar el clima: Si vas a pintar en exteriores, asegúrate de hacerlo en un día seco, sin lluvia ni humedad excesiva. La temperatura ideal para pintar suele estar entre 10°C y 30°C.
Ventilación: En interiores, asegúrate de que haya buena ventilación para evitar la acumulación de vapores de pintura.

Rodillos y brochas: Escoge el tipo de rodillo o brocha según la textura de la superficie y el tipo de pintura que usarás.
Mezclar bien la pintura: Antes de empezar, agita bien la lata de pintura para mezclar los componentes y obtener un color uniforme.

Trabajar de arriba hacia abajo: Si vas a pintar una habitación completa, empieza por el techo y luego las paredes para evitar salpicaduras en áreas recién pintadas.
Aplicación en capas: Aplica la pintura en capas finas y uniformes. Es mejor dar dos capas ligeras que una muy gruesa.

Pintura látex (acrílica): Es la opción más común para paredes interiores. Es fácil de limpiar, se seca rápido y tiene bajos niveles de VOC (compuestos orgánicos volátiles), lo que la hace más segura para interiores.
Pintura al agua: Similar a la látex, es ideal para interiores y fácil de aplicar. Es menos duradera que las pinturas acrílicas, pero más ecológica.
Pintura satinada o semibrillante: Es ideal para áreas de alto tráfico como cocinas, baños y pasillos porque es resistente y fácil de limpiar.

Pintura acrílica para exteriores: Es duradera, resistente a las inclemencias del tiempo y al moho, lo que la hace ideal para fachadas y paredes exteriores.
Pintura elastomérica: Se utiliza en superficies con grietas o imperfecciones ya que tiene la capacidad de expandirse y contraerse, evitando que las grietas se hagan visibles.

IMPERPLA, ULBRIKA, LUSOL, SIKA, RENNER, INCA, TERSUAVE, BELCO, VITRO ENTRE OTRAS.